Por Iván Marín, militante del Partido de los
Trabajadores Socialistas
Hoy se llevó a cabo en Tribunales la audiencia
de cesura, en la cual se discutió qué tipo de penas les caben a los condenados
por el asesinato de Julián Antillanca. Antes del inicio del debate llamó la
atención la presencia de uniformados de la GEOP en el sexto piso, donde se
encuentra la sala de juzgamiento. Como se puede observar en la foto, tampoco se
hicieron presentes Martín Solís, Jorge Abraham y Laura Córdoba, los policías
condenados por homicidio calificado en esta causa. Sus abogados adujeron que
era innecesaria dicha presencia ya que la única pena que les cabe a los mismos
según el código penal es la perpetua. Si bien la fiscal Mirta del Valle Moreno
y la abogada querellante Verónica Heredia solicitaron que igual deberían estar
presentes los condenados, el Tribunal dio lugar al pedido de la defensa.
Luego de ello, la fiscal expuso su solicitud de
prisión perpetua para los tres policías y de cuatro años de prisión para el
comisario Carlos Sandoval, por encubrimiento agravado, es decir, la pena
máxima. Fabián Gabalachis y Gustavo Castro, abogados defensores, expresaron, entre otras cosas, que el delito por el cual se condena a Sandoval es autónomo
respecto del asesinato de Julián, por lo que solicitaron la pena mínima de un
año.
Finalizada la exposición de la defensa, y
cuando parecía que finalizaba el debate del día de la fecha, ya que tanto
Moreno como Heredia no realizaron réplica, solicitó la palabra César
Antillanca, padre de Julián. Aclarando que no es un experto en derecho penal,
César se dirigió al Tribunal de la siguiente manera:
“(…) el delito por el que se juzgó y se halló
culpables a Abraham, Solís, y Córdoba es agravado en sí mismo, lo mismo para
el señor Sandoval por su condición de funcionario público. No se está
encubriendo el robo del auxilio del patrullero, se está encubriendo la golpiza
que deviene en la muerte de Julián. Se está encubriendo el desprenderse de la
prueba. Y creo que el doctor Gabalachis decía que el encubrimiento es un delito
autónomo, y el doctor Herminio González (perito que confirmó que Antillanca murió
producto de múltiples golpes) al no poder precisarse la hora de la muerte de
Julián tampoco sabemos si Julián fue abandonado con vida. Yo no puedo en mí
comprensión entender que el encubrimiento sea autónomo, ni este ni ninguno. Pero
ya hablo desde mi ignorancia en derecho penal. No es lo mismo encubrir el robo de un auxilio, que la golpiza, el
abandono de una persona, la muerte y
todo lo que implica esto (…)”
César Antillanca |
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