viernes, 8 de marzo de 2013

¿Mujer bonita la que lucha? Mmm



La frase entre signos de interrogación que da título a estas líneas siempre me hizo ruido, aunque en días específicos importantes de lucha para las mujeres eso se amplifica por motivos obvios debido a que su uso se vuelve exponencial de distintas maneras. No sé de dónde proviene el uso de la misma, aunque se infiere que apunta a criticar y/o anteponer otro concepto de belleza al que nos impone el patriarcado burgués. Sin embargo, cabría preguntarse si realmente logra su cometido. En lo particular considero que confunde más de lo que aclara. Y apunto particularmente en este sentido al uso que se le da como forma de agitación, (en el sentido leninista del término: pocas idas para muchas personas) en pancartas, panfletos, a manera de consigna, por citar algunos.


Obviamente los revolucionarios tenemos acuerdo en que tenemos que discutir y combatir los estereotipos de belleza que nos impone este sistema de explotación y opresión. Pero, ¿acaso bajo el capitalismo, donde lo que reina por lejos es la naturalización del discurso dominante de imposición de estos valores cuyos objetivos no son sino, entre otras cosas, la sumisión no sólo física sino también moral de los oprimidos, y en este caso en particular de las mujeres, puede una frase que se mantiene en los márgenes de lo estético-político y que, en este sentido, ensalza a su manera, quizá hasta intentando revertirlo, el valor por antonomasia de lo estético, como es la cualidad de “lindo” o, en este caso, “linda”, repito, puede en estos márgenes de lo estético-político presentarse una consigna de agitación contra los susodichos valores?

Obviamente una de las primeras cuestiones que se vienen a la mente cuando se piensa en esta frase es ¿si mujer bonita es la que lucha, qué ocurre con la inmensa mayoría que no lo hace? La frase en este sentido es confusa ya que fácilmente puede presentarse interpretaciones que la misma no sólo no busca sino que intenta combatir. En la agitación política es raro encontrar frases que tengan como fundamento lo estético, en el sentido de intentar ensalzar lo “lindo”. Obviamente ello no implica dejarle dicho ámbito a las clases dominantes. Claramente hay que combatir los estereotipos que nos quieren imponer.

La afirmación que a una mujer la haga linda la lucha me parece que debería quedar para otros ámbitos. Se me hace que hay otros valores más importantes para agitar entre las luchadoras que el de una supuesta belleza distinta a la de los estereotipos que nos quiere imponer el sistema. ¿Por qué una mujer debería sentirse linda, aunque esa belleza sea producto de la lucha? Que la consigna sea exclusivamente para las mujeres algo debe significar. ¿No sería mejor marcar una cierta “indiferencia” o “distancia” frente a las cualidades de “linda” o “fea”?

Es probable que todas estas líneas no sean más que un equívoco o confusión de mi parte. No es que me justifique, pero las escribo desde una inquietud que me parece no me es exclusiva. Lo hago en este día porque me parece que la polémica siempre que se hace desde una perspectiva honesta es constructiva. Desde ya, toda mujer tiene el legítimo derecho a querer verse linda a si misma e inclusive para los demás. Esa no es la discusión. En lo que hace a la agitación política en lo particular prefiero reivindicar otros valores para difundir.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, dejo un gran saludo a todas las luchadoras en particular y todas las mujeres en general víctimas de la opresión y explotación. Como presente por este día de lucha, comparto una bella canción de Silvio Rodríguez, Eva:


Eva no quiere ser para Adán

la paridora pagada con pan.

Eva prefiere también parir,

pero después escoger donde ir.

Por eso adquiere un semental

y le da uso sin dudas normal.

Eva cambio la señal.


Eva sale a cazar en celo

Eva sale a buscar semillas

Eva sale y remonta vuelo

Eva deja de ser costilla


Eva no intenta vestir de tul,

Eva no cree en un príncipe azul.

Eva no inventa falso papel

el fruto es suyo con padre o sin él.

Eva se enfrenta al que dirán

firme al timón como buen capitán

y encoge hombros Adán.