lunes, 14 de agosto de 2017

Carta de renuncia a la militancia en el PTS

Por Iván Marín






"El burocratismo no es una característica momentánea de algunas organizaciones provinciales sino un fenómeno general. No va del distrito a la organización central por intermedio de la organización regional sino más bien de la organización central al distrito por intermedio de la organización regional". León Trotsky, El problema de las generaciones en el partido, en “El nuevo curso”. 



A partir del miércoles 9 de agosto dejé de ser militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). La gota que rebalsó el vaso fue el aval de la regional de La Plata y Bahía Blanca para que el otro equipo de militantes que existe en Trelew deje fuera de la discusión del contenido político de la campaña electoral al equipo donde yo militaba. Quienes conformamos el equipo donde yo militaba no lo consideramos una basureada aislada a nuestra militancia, sino parte de todo un entramado de prácticas burocráticas y camarilleras impulsadas desde las regionales mencionadas con el objetivo de aislarnos, para que, finalmente, dejemos de militar. Lograron su objetivo.


Estas prácticas camarilleras, burocráticas e irresponsables se dan en una provincia que hoy en día se encuentra en el centro del escenario político nacional por la desaparición del joven Santiago Maldonado, la detención política al lonko de Facundo Jones Huala, la recurrente represión a los pueblos originarios, una avanzada mediática reaccionaria contra los luchadores que supone, obviamente, la profundización de la criminalización de la protesta social y con miles de despidos y suspensiones en todo el territorio provincial. Debe señalarse que en el día de ayer Cambiemos hizo una buena elección en Chubut ubicándose como tercera fuerza y su candidato Gustavo Menna como el segundo más votado. El Partido Obrero (PO) debutó con una muy buena elección, a pesar de haber realizado una campaña por fuera de los procesos de luchas más importantes. Desde el punto de vista estrictamente electoral al PO le salió bien la apuesta de ubicar como nueva figura pública a Gloria Sáenz. Más en general los partidos que se reivindican de izquierda todos obtuvieron buenos resultados: Si sumamos al PO, MST y PTP obtenemos un 8,64% de los votos, y si le agregamos al PSA (kirchnerista pero que en el imaginario social es ubicado como de izquierda) el porcentaje se eleva a 11,85, sumando un total de 34.466 votos, sobre un 98,08% de las mesas escrutadas. El porcentaje de votos en blanco y nulos también fue alto: 8,11% si se los suma. En las próximas horas haremos un análisis político de lo que dejaron las elecciones.


Lo que sigue es un breve resumen de las razones por las cuales, entiendo, vienen realizando estas prácticas fuera de todo principio de la tradición trotskista, y que obviamente tienen su origen en una serie de críticas que vengo realizando hace varios años a la Dirección Nacional del partido respecto de la política para con las regionales de apertura en general, y a La Plata en particular sobre cómo nos tomaron durante este tiempo.


Como es sabido por toda la militancia de Trelew, elegí el desafío de abrir en soledad el trabajo pionero del PTS en la zona. Entré en contacto en 2008, discutí durante dos años a la distancia y en el 2010 comencé a militar orgánicamente. En un comienzo nos tomaba la regional de Bahía Blanca y a partir del 2012 lo empezó a hacer La Plata. Desde el principio planteé la necesidad de refuerzos en la zona, pero más allá de ese detalle, también intenté hacer aportes en documentos internos sobre la política del partido respecto a la apertura de nuevas regionales. En septiembre del año pasado se realizó por primera vez un plenario de regionales de apertura votado previamente en el Congreso partidario de julio, a propuesta mía. Lo que sigue es un documento que resume lo que vengo adelantando, y que de alguna manera es el puntapié para poder entender el resto de lo sucedido:


“Compañeros, como ya saben, la idea del plenario surgió sobre el final del Congreso celebrado hace pocos meses atrás. Surgió a propuesta mía a partir de algunas discusiones que vengo planteando con la dirección del partido en cuanto a cómo se toma la extensión territorial a lo largo y ancho del país, y en particular con las zonas de aperturas. La idea del mismo es pensar esa política, además de conocernos e intercambiar experiencias que quizás nos puedan servir como puntos de apoyo a la hora de los desafíos e inconvenientes que cotidianamente surgen en la militancia. Si bien es cierto que nuestro país posee regiones muy diversas, con sus peculiaridades, no menos cierto es que no son pocas las similitudes, sobre todo cuando de zonas de apertura hablamos. La idea de esta breve minuta es aportar a la discusión respecto a la situación en que se encuentra el partido, especialmente a partir del surgimiento del FIT en 2011, reforzado con el triunfo en las PASO el año pasado.


Desde la lucha de Kraft, y en particular en 2011 con el surgimiento del FIT, se han acentuado los rasgos de partido de nuestra organización. Esta situación de transición de liga a partido plantea necesariamente nuevos desafíos para el PTS. A nivel general la política ha sido acertada, incluso con derrotas mediante (Lear). Hemos dado un salto superestructuralmente con nuestras figuras públicas, aprovechando mejor que el resto de las fuerzas políticas el fenómeno del FIT. A ello se suma, nuestro histórico trabajo en el movimiento obrero ocupado y también a nivel estudiantil. LID demostró ser un gran acierto para tratar de achicar lo más posible la brecha entre lo que somos por abajo y lo superestructural. Ahora bien, donde claramente no se ve un salto cuantitativo y cualitativo es en nuestra extensión territorial. En ocasión de las discusiones previas al XIII Congreso del PTS, el 26/3/2013, escribí: ´Consideramos que la situación política y económica del país, pero principalmente la lucha de clases, ha demostrado que en zonas periféricas del país es donde primero se hizo presente la irrupción de sectores descontentos con su situación actual. Esto se vio en el norte en Jujuy, Tucumán y Salta. También en el sur con los saqueos en Bariloche, y en Santa Cruz y Chubut donde ya el movimiento obrero (docentes, y el importantísimo sector de petroleros) mostró disposición a la lucha. Esto a la vez se combina con otras luchas importantes, como la megaminería, la represión policial y juicios por crímenes de lesa humanidad. Estamos en un escenario claramente propicio para seguir creciendo (…)` Luego de ello, interpelaba con la siguiente consulta ´…¿no estamos siendo un tanto conservadores en la apuesta a la apertura y/o construcción de nuevos centros obreros a lo largo del país? Digo esto porque si bien la lógica hasta ahora, que fue correcta para la etapa en que éramos “liga”, fue de apostar primero a la consolidación de un núcleo mínimo de militantes en las zonas para luego enviar refuerzos, y que esto demandaba en algunos casos algunos años, hoy en día en esta etapa de transición de “liga” a “partido” la lógica de construcción debería cambiar. ¿No estamos yendo por detrás de nuestras posibilidades de acumulación de cuadros en algunas regionales, por citar UBA y CABA, para aprovecharlos no solamente en el refuerzo de lugares donde ya tenemos un trabajo avanzado, sino también en la colaboración en zonas de aperturas o directamente de apuestas a abrir nuevos lugares? Debemos hacernos cargo que ya no somos el PTS de unos años atrás, menos después de la experiencia de Kraft 2009 y el FIT en 2011. Eso implica, entre otras cosas, que somos una fuerza que ha crecido y que debemos ser más ofensivos en nuestra construcción a lo largo y ancho del país, en aquellos lugares donde por su rol la clase obrera sea también clave. Creo que claramente estamos en condiciones de hacerlo. Insisto: ¿no estamos siendo un tanto conservadores en la apertura de nuevas zonas en esta etapa de transición de liga a partido en la que nos encontramos?”


Ligado a lo anterior observo un déficit importante que tenemos como partido, en particular desde la dirección, que refiere a cómo se toman los trabajos de apertura. En este sentido considero que lo que prima son métodos de añejos, propios de un grupo pequeño, y que se intentan afrontar a partir del uso de la tecnología (redes sociales, Facebook, Skype, Wathsapp, etc). Pongo como ejemplo el caso Trelew con la idea de ser gráfico, sacar balances generales para todo el partido y no repetir errores. Aclaro de antemano que esto no es una crítica a tal o cual compañero sino a una lógica de construcción. La Plata toma nuestro trabajo desde el año 2012, desde entonces y hasta finales del 2015, es decir cuatro años completos, la única visita que hicieron desde esa regional para conocer nuestro trabajo fue en el año 2013 porque falleció nuestro camarada Marcos. Ante innumerables pedidos para que vengan siempre tenían otras prioridades. Cuando se planteó a comienzos del año pasado esta situación, de que nuestra relación se reducía a esporádicos contactos por las redes sociales mencionadas, se respondió que cuando se acordó tomar nuestro trabajo nunca quedamos en que debían hacer viajes desde La Plata. No es muy difícil inferir, que no hace falta que se acuerde un simple viaje para hacerlo. Cualquier compañero o compañera que asuma tomar un trabajo de apertura en otras latitudes una de las primeras cosas que debería hacer es viajar al lugar en cuestión. Al día de hoy La Plata sigue sin reconocer que eso fue un error. Insisto, hizo falta la muerte de un compañero para que viajen. Me surgen algunas preguntas al respecto: ¿Desde 2012 La Plata mantuvo este tipo de relación con todos los trabajos que toma, es decir no viajando casi nunca durante el año, o más bien el caso de Trelew fue una excepción? Si el caso de Trelew no es una excepción, claramente estamos ante un método poco sano de relacionarse. Incluso en varias circulares se viene discutiendo la cuestión de la videopolítica más a nivel general, pero este es un claro ejemplo de cómo la misma no es ajena a nuestra construcción.


Lo dicho en el párrafo anterior no es un detalle menor, porque deviene necesariamente en una relación burocrática. La Plata hizo un balance reconociendo que mantuvo una relación unilateral, que se reducía solamente a mi persona y dejaba afuera de la mayor parte de las discusiones al resto de la regional. Si bien esto es cierto, claramente si la relación no involucraba al resto de los compañeros, más que unilateral, era una relación burocrática. Llamar las cosas por su nombre es fundamental para la construcción de un partido revolucionario. Los compañeros de La Plata en este sentido tampoco toman conclusiones y prefieren evitar ese término. Ahora bien, como decía más arriba esto tiene implicancias en la práctica concreta. Un ejemplo de ello fueron las PASO. En varias oportunidades le plantee a La Plata la necesidad de enviar refuerzos para la campaña electoral a Comodoro Rivadavia y la zona norte de Santa Cruz, zona que conocemos bien a partir de muchos viajes que hicimos en distintas oportunidades, con infinidad de informes redactados. Sin embargo, la respuesta fue siempre negativa. Me tuve que comunicar con otro miembro del CC sobre el tema, quién sí acordó y lo planteó al resto del CC. Finalmente enviaron compañeras de CABA con muy buenos resultados. De ese trabajo que hicieron las compañeras que viajaron, con nuestra colaboración en las PASO, este sábado, por lo que tengo entendido, estará presente en el plenario un camarada de Comodoro Rivadavia. Todo esto no hubiera sido posible si nos hubiéramos quedado con la negativa de los compañeros que toman nuestra regional. Reducir las relaciones a redes sociales no deviene solamente en prácticas burocráticas, que claramente no son sanas para la construcción, sino en el desconocimiento de la zona que se toma y por ende en una política muchas veces conservadora para afrontar los desafíos. Los resultados de las PASO en todo el país demostraron que nuestro partido hacía ya tiempo estaba en condiciones de dar un salto. 


Considero que la realización de este plenario puede ser un avance para afrontar estas y otras debilidades que tenemos, y reforzar nuestras potencialidades, que sin dudas son muchas. Desde ya, para ello de lo que se trata es de hacer balances políticos profundos y no reducir la cuestión a salidas administrativas. Por eso me parece sumamente importante que este sábado, antes de que las regionales intervengamos, desde la dirección del partido se abra la discusión con un balance crítico sobre nuestra extensión territorial y la política con la que se toma los trabajos de apertura. En mi opinión este primer plenario debe tener un carácter más bien conceptual y no tanto descriptivo. O, al menos, que lo descriptivo de cada regional no ocupe el mayor tiempo”.


Hasta allí la extensa pero necesaria cita. Las diferencias en torno a la política conservadora del partido para avanzar en nuevos trabajos de apertura está dentro de las discusiones que existen en toda fuerza que pretenda desplegarse a nivel nacional. Lo que no es admisible es que se ninguneen las críticas a cómo se toman los trabajos de apertura. Mantener relaciones superficiales, esporádicas, derivan necesariamente más temprano que tarde en relaciones burocráticas y, por ende, conservadoras. Nada bueno puede salir de eso.


La dirección de La Plata, encargada de tomar el trabajo de Trelew desde el año 2012, se negó sistemáticamente a mantener una relación política profunda con nosotros. Por el contrario, como se dijo más arriba, se redujeron a discusiones solamente conmigo que yo después tenía que “bajar” al resto de la regional. Ellos caracterizaron esa relación como “unilateral”. Es decir, no quisieron llevar hasta el final el balance al respecto. Era una relación claramente burocrática, en donde el resto de nuestra regional no participaba de las discusiones con La Plata. Obviamente, reconocer que durante más de cuatro años se desarrolló una relación burocrática en un partido que se pretende trotskista no es gratis, y debe tener sus consecuencias. La dirección de La Plata no estuvo dispuesta a llevar hasta las últimas consecuencias el balance porque eso suponía tomar el caso Trelew como testigo de toda una serie de debilidades que involucra a la dirección nacional del partido respecto a los trabajos de apertura. En ese balance necesariamente también debía estar la orientación política acordada durante esos años para nuestras tácticas en el marco del período de acumulación primitiva de cuadros, donde obviamente cometimos errores, que quienes nos tomaron nunca reconocieron. Estas discusiones también están presentes en los intercambios internos que mantuvimos.


El PTS obnubilado por los aciertos electorales de los últimos años se niega a reconocer las contradicciones que representa su crecimiento en una coyuntura de aun relativamente baja lucha de clases, y en el marco de la ya mencionada transición de liga a partido.


Que existan contradicciones y se cometan errores es inevitable. Lo que no es inevitable es responder impulsando camarillas, desplantes y basureando la militancia de quienes marcamos estas críticas constructivas, expresadas en varios documentos internos. La dirección de La Plata, avalada por el CC, comenzó una campaña camarillera en nuestra regional hace aproximadamente dos años, que se acentuó el año pasado. Eso derivó, entre otras cosas, en que la regional se partiera en dos y uno de los equipos decidiera unilateralmente, con el aval de La Plata, dejar de mantener relaciones con nosotros. Lo hicieron discutiendo durante un mes a escondidas de nuestro equipo y lo comunicaron por mail. La Plata alentó y avaló esta decisión infantil.


A propuesta de la dirección de La Plata, quienes nos plantearon que si nosotros considerábamos que la relación era conservadora, burocrática y que se impulsaban camarillas, podíamos decidir cortar relación, nosotros en diciembre decidimos terminar con la relación porque la considerábamos un obstáculo para nuestro desarrollo.


A partir de ese momento consultamos cómo seguir la relación mediante un mail que reproducimos a continuación: “(…)cómo seguir la relación con el partido a partir de que decidimos que no nos tome más La Plata. Una opción es que uds propongan que nos tome algún compañero o compañera de otra regional, la otra es que vayamos pensando sin apuro durante el verano y vos nos sigas enviando los materiales partidarios, y nosotros enviarte los informes directamente a vos. Si considerás otras opciones también las tendremos en cuenta”. La respuesta fue la siguiente: “Sobre la relación con el Partido, yo no tengo ninguna propuesta de algun cro o cra de otra regional que se ponga en contacto con ustedes (Nótese el desprecio de la respuesta. Obviamente, ningún compañero por sí mismo iba a proponerse si no se planteaba primero la necesidad. Es decir, quien responde se desentiende totalmente del asunto, de manera burocrática, siendo dirigente nacional). Otras zonas de apertura se manejan con las regionales mas cercanas. En el caso de ustedes sería Neuquén. De todas maneras, y como charlamos en el viaje que hicimos con G y F, creo que hay que avanzar en una mayor autonomía de los equipos y zonas, y manejarse directamente a través de informes al CC, utilizando todas las herramientas que tiene el Partido (boletines internos, Lid, etc) y haciendo las consultas que surjan a cualquier dirigente, o directamente al CC (…)”.


Durante el resto del año todas las más importantes decisiones sobre nuestra práctica militante de nuestro equipo siempre fueron consultadas. Y nuestra orientación se basó en un documento interno de Balance y Orientación acordado con toda la regional en julio del año pasado. Fue así que recayó exclusivamente sobre nuestro equipo la cobertura de la represión a la lof de Cushamen en enero pasado, la campaña por AGR-Clarín y Textil Neuquén, impulsando un Comité en Apoyo a las luchas obreras en Puerto Madryn, la cuestión docente, la cobertura del paro nacional de abril y, en particular, la histórica lucha de los despedidos de la Pepsi. En todas estas intervenciones hemos consultados siempre cada una de las decisiones importantes a distintxs compañerxs, obviamente tomando las decisiones finales nosotros acá. Nunca nos cortamos solos. Todo Trelew y alrededores es testigo de nuestro compromiso militante al respecto, como así también de la ausencia del otro equipo en las luchas y procesos más importantes mencionados.


En el marco de la campaña electoral se me eligió por unanimidad ser el candidato que represente al PTS en la lista de los compañeros del PO. Sin embargo, por la disposición que eligieron los compañeros del PO nosotros debíamos elegir una representante mujer. La única opción que teníamos era la compañera Julieta Guzman, en quien nosotros confiamos plenamente que nos iba a representar a toda la regional. La compañera tiene el enorme mérito de haberse cargado la responsabilidad de impulsar la agrupación de mujeres Pan y Rosa. Sin embargo, lamentablemente, nos encontramos con la desagradable sorpresa que su equipo decidió cortarse solo en la discusión del contenido político de la campaña electoral. Algo inadmisible si tenemos en cuenta que es la candidata de toda la regional, no de un solo equipo. Frente a esta decisión unilateral nos comunicamos varias veces con ellxs para plantearles que no solo no nos estaban informando de las reuniones con el PO, sino que se estaban cortando solos. La respuesta de ellos fue la siguiente: “Nosotros hemos tomado la siguiente resolución en conjunto con la dirección de La Plata: “Todo lo que hagan sin discutirlo ni decidirlo en el equipo nosotros lo consideraremos por fuera de la política del PTS. Trelew ahora lo toma la dirección de Bahía. El partido se mueve de acuerdo a esos órganos de decisión. Uds verán como quieren participar pero el órgano de discusión es el equipo”.


Ellos plantean que nosotros nos cortamos solos en la regional (por no hacer equipo con ellos), cuando, como se dijo más arriba, fueron ellos los que cortaron todo tipo de relación con nosotros. Y no solo eso, durante todo el año los hemos invitado a que sean parte de las discusiones políticas de todas las actividades en las que éramos parte, pero se negaron sistemáticamente. Desde ya, la mentira inescrupulosa del equipo tiene, como se ve en la respuesta que nos dieron, respaldo político no solo de La Plata sino ahora también de Bahía Blanca.


Frente a esta situación inadmisible, el domingo 6 de agosto enviamos un mail a lxs compañerxs del otro equipo, La Plata, Bahía Blanca y el Comité Central planteando que se habían cortado solos. Sin embargo, hasta el momento solo se respondió desde La Plata (aunque el compañero que lo hizo también es miembro del Comité Ejecutivo del partido y fue el mismo que respondió más arriba nuestra consulta sobre quiénes tomarían a nuestro equipo) avalando la increíble respuesta de nuestrxs compañerxs y planteando que somos nosotros los que tenemos que responder cómo es nuestra relación con el partido: “Yo te plantie que estabas en tu derecho de no tener una relación con nosotros pero que tenías que vincularte con el PArtido y la dirección de alguna manera. Te plantié que hables con Neuquén (basta leer la respuesta de más arriba para percatarse de la mentira. En realidad, lo que dijo fue que la regional más cercana a nosotros era la de esa provincia, pero sin proponer nada), o algún otro cro de la dirección. Y al día de hoy no tenes un vínculo orgánico con el PArtido. Luego del accidente, el equipo de cros que estaba en contacto con F, buscó mantener el vínculo con el PArtido, y acordamos que desde la dirección de Bahía Blanca, y la cra D estuvieran en contacto. Los cros vienen discutiendo toda la política en sus organismos, teniendo reuniones periódicas para discutir la línea partidaria. Yo desconozco donde discutís vos la línea del Partido”. Cualquiera que haya leído la primera respuesta de La Plata se percata sin demasiado esfuerzo en que esta segunda respuesta no coincide con aquella. Además, de que cuesta creer que tengan reuniones periódicas ya que el nivel de despolitización de dicho equipo es apabullante.


Cabe destacar la irresponsabilidad con la que el otro equipo, en coordinación con Bahía Blanca, llevaron adelante la campaña electoral. Por fuera de toda articulación de las luchas actuales señaladas más arriba, sin escribir un solo artículo en sus medios de prensa, ni siquiera tuvieron flyers para agitar en redes sociales. La gran mayoría de la población desconocía que el PTS tenía una candidata en la lista del PO. El PTS le regaló al PO la exclusividad de todos los méritos de su buena elección en la zona, a diferencia de lo realizado por Izquierda Socialista en cordillera, que sí agitó más seriamente la campaña. Un ejemplo marca de lleno la campaña electoral vacía del PO, a la que el PTS se sumó: hasta la tercera semana de acampe de los trabajadores de la Pepsi el PO no había visitado nunca el sitio en lucha, y la candidata del PTS lo había hecho en una sola ocasión. Toda la política del PTS en esta histórica lucha se redujo a las iniciativas que desde un comienzo salieron de nuestro equipo, y que toda la zona conoce. Desde ya, ambas fuerzas coincidieron también una agitación general del programa del Frente de Izquierda, sin tener en cuenta las peculiaridades de la zona. Deberán corregir eso de cara a octubre.


El evidente el respaldo político para que el otro equipo no nos consulte el contenido de la campaña electoral sienta un precedente nefasto para el resto del partido. Además, no debe dejar de señalarse el método cuasi estalinista de discutir la campaña electoral en secreto, entre cuatro paredes, con el aval político de quienes lo dirigen, y de espalda al resto de la regional. Como se desprende a partir de todo lo señalado, la decisión del otro equipo de no tenernos en cuenta en las discusiones del contenido político de la campaña electoral no fue un error, sino una decisión consciente y consecuencia lógica de todo un entramado de prácticas naturalizadas, alentadas y avaladas desde La Plata y Bahía Blanca.  Desde nuestro equipo venimos planteando desde el año pasado que están envalentonados en una lucha fraccional con el respaldo político de La Plata, donde se justificó abiertamente toda una serie de decisiones por fuera de las prácticas que, supuestamente, postula el partido. Nunca se les cuestionó absolutamente nada a lxs compañerxs. Por nuestra parte, hemos aceptado las críticas y están plasmadas en documentos, que de ser necesario no tendremos problema en publicar. Nuestra convicciones y principios están intactos. Si bien esta es una carta personal, en nuestro equipo tenemos claro que la herramienta para liberar a la humanidad de toda explotación y opresión es la construcción de un partido internacional de la revolución socialista, la Cuarta Internacional. Lamentamos tomar esta decisión, pero se hizo insostenible seguir construyendo el partido que nos propone la Dirección Nacional del PTS, un partido donde se basurea a compañeros que, en condiciones muy difíciles, en lugares absolutamente alejados de los centros más importante del partido, se proponen el trabajo pionero de llevar a la práctica la teoría y estrategia del trotskismo. Esto, obviamente, expresa, como se dijo más arriba, una serie de contradicciones muy fuertes en el PTS, y del cual infiero no están ajenas otras fuerzas del trotskismo, que es la de desjerarquizar el trabajo político sobre el históricamente combativo proletariado patagónico (solo hay trabajo desarrollado en Neuquén). El PTS prefirió apostar a las camarillas y basurear a los militantes que ponen el cuerpo en esa importante tarea, que a tomar en serio los desafíos que se les planteó.   


14 de agosto de 2017, Trelew, Chubut.