sábado, 25 de mayo de 2013

Cumpleaños no felices y luchas contra la impunidad. El caso Antillanca


Los cumpleaños por antonomasia son aquellos días en donde se suele festejar la vida. Cuestiones culturales seguramente hacen de estas fechas tan especiales. No es para menos. Seguramente no faltarán aquellos para quienes su fecha de nacimiento no merezca festejo o cosa por el estilo, pero de lo que podemos estar seguros, es que no pasa desapercibida. Un cumpleaños es un cumpleaños, viejo; se define casi por sí mismo: uno no elige cuándo venir a este mundo, pero si todo transcurre por los caminos normales siempre tendrá presente que cada doce meses el calendario marca nuevas huellas en su vida. Pero los cumpleaños son cumpleaños no solamente por lo que pueda o no representar para el ocasional sujeto individual, sino, y, principalmente, porque el entorno, en especial seres queridos, también suelen hacer que la fecha sea especial. Esto se da, seguramente, con mayor fuerza en la familia, y padres de la persona en cuestión.
 
 

Este viernes Julián Antillanca hubiera cumplido 23. Pero no fue así. Y no lo fue porque un 5 de septiembre de 2010 pasó a englobar esa lista de miles de personas asesinadas por las policías a los largo del país, lista que cada 28 horas aumenta sin cesar. A Julián lo mató la policía y ya nada fue igual, no sólo para sus familiares, quienes, qué duda cabe, son los que más sienten su ausencia, sino para el pueblo trelewense en general. Su asesinato hizo estallar en un grito estruendoso la rabia de quienes padecen constantemente el hostigamiento, la persecución, las torturas, las detenciones ilegales de la policía provincial. Fue así que la causa se convirtió en una lucha que fue creciendo día a día, mes a mes. Las calles de Trelew eran las calles de la lucha por justicia, por la condena a sus asesinos. Finalmente llegó el juicio y la impunidad de los poderosos, el Estado provincial con su corrupta y asesina policía a la cabeza, pergeñaron un golpe que iba dirigido a quienes nos movilizamos y luchamos. Les salió mal, y lo saben. La lucha de justicia por Julián continuó. Hoy en día se está esperando que el Superior Tribunal de Justicia provincial resuelva la apelación presentada por su familia para que se vuelva a hacer un nuevo juicio.

En Plaza Independencia nos concentramos junto a la familia de Julián, de otras víctimas del accionar represivo del estado y las organizaciones que siempre estuvimos. No fue un día más, obviamente. Era el día en que Julián hubiese cumplido años. El día en que su familia y amigos estarían junto a él haciendo lo que hacían todos los años para dicha fecha. Como nos dice Sandra, su madre, “hoy sería un día de festejo, a él le encantaba festejar su cumpleaños”. Pero no fue así, fue un día de tristeza y de lucha, uno de esos días donde las palabras siempre van por detrás de los sentimientos. César, su padre, es bien claro “hoy sería el cumpleaños número veintitrés que este sistema paró la cuenta. Debemos recordar con mucha certeza que los asesinos son funcionarios de la policía del Chubut, que al momento de agredir a Julián y arrebatarle la vida estaban trabajando uniformados”. Y, nos agrega, respecto a los jueces de la causa, que “también debemos recordar que los doctores Servent, De Franco y González se encargaron de certificar aquel delito. Y en este momento estamos esperando la decisión que tome el Superior Tribunal de Justicia, que es la última instancia que tenemos dentro de la provincia para reclamar. Estamos con un recurso extraordinario por arbitrariedad, que en términos jurídicos es corrupción, además del plagio que se demuestra con los párrafos copiados textualmente tanto de De Franco como Servent de la doctora González. Este sólo delito es causal de nulidad”. Es decir, estos dos jueces copiaron el fallo de Ivana González, que, dicho sea de paso, también fue parte del tribunal que hace casi un mes absolvió a todos los policías acusados de torturar a un joven de 16 años, en enero de 2012, en la Comisaría Segunda de Trelew.

Ante la consulta de qué sentía como madre en esta fecha tan especial, visiblemente consternada y con lágrimas de fuego en sus ojos, Sandra nos dice “era mi primer hijo varón, así que éramos uno con Julián. Al principio no sabíamos qué había pasado, hasta que empezamos a encontrar testigos. Y ya le conozco la cara a los asesinos de mis hijos. Eso no es que me tranquiliza, pero al menos tenemos las caras de las personas que lo asesinaron. Por supuesto el dolor me va a quedar hasta que me muera. El hermano chiquito lo extraña mucho, ahora tiene siete años. Estaba todo el día con él, le tuve que hacer un tratamiento psicológico. Y la hermana también, porque prácticamente se criaron juntos. Para nosotros cada fecha de esta es terrible”.

Antes de la movilización, hubo un acto donde hablaron familiares de víctimas de la represión estatal, entre ellos César, quien en un pasaje de su discurso dijo estas certeras e iluminadas palabras: “nunca hay que perder de vista que estos son procesos de estructuras netamente clasistas, se va a seguir profundizando. Así que vamos a exigir una modificación desde la calle, que es la única herramienta legítima que tiene el pueblo, la movilización y la protesta. Tanto Gonzalo Julián Antillanca, Luciano Arruga, Luciano Gonzalez de Corcovado, Julio López, Fuentealba en Neuquén, Kosteki y Santillan, Mariano Ferreyra; hay un montón de casos que la titular del Poder Ejecutivo de la Nación Cristina Fernández de Kirchner se olvida. Durante el transcurso de esta semana tuvo la desfachatez de decir que en esta democracia nadie desaparece. Hay casos terribles como los que nos llevan a nosotros a salir a la calle. Toda esta negación es producto de la impunidad (…)”

Obviamente, la lucha continúa, porque no vamos a parar hasta que deje de existir impunidad, esa impunidad tan afín a los poderosos para perpetuarse en su dominio. ¿Qué sería de esa clase dominante, sin su estado con sus instituciones represivas, sin esa necesaria impunidad que necesitan para ejercer sus atrocidades sobre la inmensa mayoría de la población? Por eso, más que nunca, la lucha continúa en las calles, y no solo con cantitos contra la policía, sino haciendo carne viva la lucha contra el estado capitalista y sus instituciones, siendo consecuentes entre lo que se dice y lo que se hace, porque como dice el cantito, “atención, atención, no es un policía, es TODA la institución”.

JULIAN ANTILLANCA, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!!!

APARICIÓN CON VIDA DE IVÁN TORRES!!!

JUSTICIA POR ALMONACID Y JULIÁN ANTILLANCA!!!

NO ES UN POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN!!!
 
25/05/2013
El Ruido

No hay comentarios:

Publicar un comentario