Los cumpleaños por antonomasia son aquellos
días en donde se suele festejar la vida. Cuestiones culturales seguramente
hacen de estas fechas tan especiales. No es para menos. Seguramente no faltarán
aquellos para quienes su fecha de nacimiento no merezca festejo o cosa por el
estilo, pero de lo que podemos estar seguros, es que no pasa desapercibida. Un
cumpleaños es un cumpleaños, viejo; se define casi por sí mismo: uno no elige
cuándo venir a este mundo, pero si todo transcurre por los caminos normales
siempre tendrá presente que cada doce meses el calendario marca nuevas huellas
en su vida. Pero los cumpleaños son cumpleaños no solamente por lo que pueda o
no representar para el ocasional sujeto individual, sino, y, principalmente,
porque el entorno, en especial seres queridos, también suelen hacer que la
fecha sea especial. Esto se da, seguramente, con mayor fuerza en la familia, y
padres de la persona en cuestión.
Este viernes Julián Antillanca hubiera cumplido
23. Pero no fue así. Y no lo fue porque un 5 de septiembre de 2010 pasó a
englobar esa lista de miles de personas asesinadas por las policías a los largo
del país, lista que cada 28 horas aumenta sin cesar. A Julián lo mató la
policía y ya nada fue igual, no sólo para sus familiares, quienes, qué duda
cabe, son los que más sienten su ausencia, sino para el pueblo trelewense en
general. Su asesinato hizo estallar en un grito estruendoso la rabia de quienes
padecen constantemente el hostigamiento, la persecución, las torturas, las
detenciones ilegales de la policía provincial. Fue así que la causa se
convirtió en una lucha que fue creciendo día a día, mes a mes. Las calles de
Trelew eran las calles de la lucha por justicia, por la condena a sus asesinos.
Finalmente llegó el juicio y la impunidad de los poderosos, el Estado
provincial con su corrupta y asesina policía a la cabeza, pergeñaron un golpe
que iba dirigido a quienes nos movilizamos y luchamos. Les salió mal, y lo
saben. La lucha de justicia por Julián continuó. Hoy en día se está esperando
que el Superior Tribunal de Justicia provincial resuelva la apelación
presentada por su familia para que se vuelva a hacer un nuevo juicio.
En Plaza Independencia nos concentramos junto a
la familia de Julián, de otras víctimas del accionar represivo del estado y las
organizaciones que siempre estuvimos. No fue un día más, obviamente. Era el día
en que Julián hubiese cumplido años. El día en que su familia y amigos estarían
junto a él haciendo lo que hacían todos los años para dicha fecha. Como nos
dice Sandra, su madre, “hoy sería un día
de festejo, a él le encantaba festejar su cumpleaños”. Pero no fue así, fue
un día de tristeza y de lucha, uno de esos días donde las palabras siempre van
por detrás de los sentimientos. César, su padre, es bien claro “hoy sería el cumpleaños número veintitrés
que este sistema paró la cuenta. Debemos recordar con mucha certeza que los
asesinos son funcionarios de la policía del Chubut, que al momento de agredir a
Julián y arrebatarle la vida estaban trabajando uniformados”. Y, nos
agrega, respecto a los jueces de la causa, que “también debemos recordar que los doctores Servent, De Franco y González
se encargaron de certificar aquel delito. Y en este momento estamos esperando la
decisión que tome el Superior Tribunal de Justicia, que es la última instancia
que tenemos dentro de la provincia para reclamar. Estamos con un recurso
extraordinario por arbitrariedad, que en términos jurídicos es corrupción,
además del plagio que se demuestra con los párrafos copiados textualmente tanto
de De Franco como Servent de la doctora González. Este sólo delito es causal de
nulidad”. Es decir, estos dos jueces copiaron el fallo de Ivana González,
que, dicho sea de paso, también fue parte del tribunal que hace casi un mes
absolvió a todos los policías acusados de torturar a un joven de 16 años, en
enero de 2012, en la Comisaría Segunda de Trelew.
Ante la consulta de qué sentía como madre en
esta fecha tan especial, visiblemente consternada y con lágrimas de fuego en
sus ojos, Sandra nos dice “era mi primer
hijo varón, así que éramos uno con Julián. Al principio no sabíamos qué había
pasado, hasta que empezamos a encontrar testigos. Y ya le conozco la cara a los
asesinos de mis hijos. Eso no es que me tranquiliza, pero al menos tenemos las
caras de las personas que lo asesinaron. Por supuesto el dolor me va a quedar
hasta que me muera. El hermano chiquito lo extraña mucho, ahora tiene siete
años. Estaba todo el día con él, le tuve que hacer un tratamiento psicológico.
Y la hermana también, porque prácticamente se criaron juntos. Para nosotros
cada fecha de esta es terrible”.
Antes de la movilización, hubo un acto donde
hablaron familiares de víctimas de la represión estatal, entre ellos César,
quien en un pasaje de su discurso dijo estas certeras e iluminadas palabras: “nunca hay que perder de vista que estos son
procesos de estructuras netamente clasistas, se va a seguir profundizando. Así
que vamos a exigir una modificación desde la calle, que es la única herramienta
legítima que tiene el pueblo, la movilización y la protesta. Tanto Gonzalo
Julián Antillanca, Luciano Arruga, Luciano Gonzalez de Corcovado, Julio López,
Fuentealba en Neuquén, Kosteki y Santillan, Mariano Ferreyra; hay un montón de
casos que la titular del Poder Ejecutivo de la Nación Cristina Fernández de
Kirchner se olvida. Durante el transcurso de esta semana tuvo la desfachatez de
decir que en esta democracia nadie desaparece. Hay casos terribles como los que
nos llevan a nosotros a salir a la calle. Toda esta negación es producto de la
impunidad (…)”
Obviamente, la lucha continúa, porque no vamos
a parar hasta que deje de existir impunidad, esa impunidad tan afín a los
poderosos para perpetuarse en su dominio. ¿Qué sería de esa clase dominante,
sin su estado con sus instituciones represivas, sin esa necesaria impunidad que
necesitan para ejercer sus atrocidades sobre la inmensa mayoría de la
población? Por eso, más que nunca, la lucha continúa en las calles, y no solo
con cantitos contra la policía, sino haciendo carne viva la lucha contra el
estado capitalista y sus instituciones, siendo consecuentes entre lo que se
dice y lo que se hace, porque como dice el cantito, “atención, atención, no es un policía, es TODA la institución”.
JULIAN ANTILLANCA, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!!!
APARICIÓN CON VIDA DE IVÁN TORRES!!!
JUSTICIA POR ALMONACID Y JULIÁN ANTILLANCA!!!
NO ES UN POLICÍA, ES TODA LA INSTITUCIÓN!!!
25/05/2013
El Ruido
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